En Xoxtla la historia del agua no es un río cristalino de decisiones sabias; es más bien un pantano de acuerdos opacos y negligencias imperdonables.
Hoy la pregunta sigue flotando: ¿quién es responsable de que la mitad del agua de Xoxtla alimente a Puebla capital?
La respuesta es doble, y duele: un expresidente la entregó y una presidenta lo ratificó.
Todo comenzó en la administración municipal 2014-2018, cuando el entonces presidente Miguel Ángel Hernández Ramírez firmó un convenio con Concesiones Integrales S.A. de C.V. (Agua de Puebla) y SOAPAP para permitir la perforación de un pozo en la zona “La Luz”. La jugada fue simple y letal: 50% del agua para Xoxtla, 50% para Puebla capital.
Hasta ahí, un acuerdo cuestionable, pero aún más cuestionable fue la traición posterior: el propio presidente municipal vendió el terreno perforado a un particular, dejando al municipio embrollado en juicios y demandas por daños y perjuicios.
Y como si un desliz no fuera suficiente… llegó 2023. La minuta de trabajo No. 153, levantada el 27 de julio de 2023, revela que la presidenta en turno, Guadalupe Siyancan Peregrina Díaz, en lugar de exigir una renegociación a favor de Xoxtla, aceptó renovar la condena:
de nuevo 50% del agua para Xoxtla y 50% para Puebla capital, con el pretexto de evitar problemas sociales y legales. Se acordó además que Agua de Puebla invirtiera en el equipamiento del Pozo 4 y en una línea de conducción de 1,200 metros… pero siempre bajo las mismas condiciones lesivas.
¿Y qué gana Xoxtla? Solo la ilusión de que “el personal del municipio podrá supervisar la operación y distribución del agua”. Pobre consuelo para un pueblo que ve sus recursos drenados hacia una metrópoli que históricamente se alimenta de sus alrededores.
La presidenta pidió incluso al gobernador apoyo para un tanque de almacenamiento, pues el pozo de “Guillermo Prieto” ya era técnicamente inviable.
El colmo: aceptan regalar agua sin siquiera tener garantizada la infraestructura mínima para abastecer a sus propios ciudadanos.
En esta tragicomedia administrativa queda claro:
👉 Miguel Ángel Hernández Ramírez cedió irresponsablemente.
👉 Guadalupe Siyancan, lejos de defender a su pueblo, legitimó nuevamente el atropello.
El resultado: desabasto, tandeos interminables y pipas particulares enriqueciéndose ante la falta de agua suficiente en Xoxtla.
La historia se repite cuando la memoria política es frágil y los intereses superan al deber. El pueblo debe saberlo y exigir respuestas:
¿Por qué un recurso natural que es de todos, fue negociado y repartido como si fuera propiedad privada de una administración?
En Xoxtla, el agua no solo se va por las tuberías… tambien se pueden ir las aspiraciones políticas.
📢 Que la memoria no se seque como nuestros pozos.
Como es costumbre en esta crónica, tenemos los soportes que respaldan nuestra información, y te la compartimos para que tú también te enteres. La minuta No. 153, firmada en 2023, es clara y contundente: dos gobiernos, dos decisiones, un mismo error.
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