Augusto Simón V. | 7/24 Noticias
Tecamachalco, Pue.— La actuación de elementos de la Policía Estatal de Puebla vuelve a estar bajo escrutinio luego de que fueran captados custodiando una caja de tráiler remolcada por una grúa perteneciente a la empresa “Grúas Jesús”, ubicada en Tecamachalco y actualmente clausurada por la Fiscalía General del Estado (FGE) debido a investigaciones por diversos delitos.

El 7 de noviembre de 2025, la FGE, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), realizó un operativo en el depósito conocido como Grúas Jesús, en el barrio de San Juan. El cateo reveló un panorama alarmante: 29 vehículos con reporte de robo —entre ellos seis tractocamiones y varias camionetas—, así como equipo táctico, sustancias prohibidas y otros objetos relacionados con una posible red delictiva.
En esa acción fueron detenidas dos personas y se aseguró un chaleco antibalas con insignias de la Policía Federal, aparentemente usado en actividades ilícitas. Tras el operativo, las instalaciones quedaron clausuradas y los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades competentes.

Pese a ello, la empresa continúa operando de forma irregular. La Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) ha reconocido que solo 17 de los 117 corralones en Puebla han logrado regularizarse, lo que permite que negocios bajo investigación sigan prestando servicios de arrastre.
Tres días después del cateo, el 10 de noviembre, una patrulla de la Policía Estatal —unidad 2316— fue grabada custodiando una grúa de la misma empresa clausurada, mientras trasladaba una caja seca de tráiler presuntamente robada. Este hecho reforzó las sospechas de colusión entre elementos estatales y operadores de grúas señalados por irregularidades.

Fuentes consultadas por 7/24 Noticias revelaron que los policías estatales y municipales mantienen acuerdos con estas empresas, recibiendo pagos que van de 15 mil a 25 mil pesos por operación, práctica conocida como “moche”. Los convenios se gestionan principalmente entre mandos como comandantes y directores de corporaciones, y en algunos casos, incluso con conocimiento de autoridades municipales.

Así opera la red de corrupción
De acuerdo con testimonios de elementos de diversas corporaciones, el procedimiento es recurrente: tras recuperar un vehículo con reporte de robo, los oficiales contactan a las grúas con las que tienen acuerdos. La empresa que ofrece el mejor “arreglo” obtiene el servicio. Luego, el costo adicional del soborno se incorpora a la factura final que debe pagar el dueño del vehículo.
Las denuncias sobre abusos son particularmente frecuentes entre los elementos de Proximidad de Caminos de la Policía Estatal, quienes acumulan quejas por prácticas indebidas y presunta colusión con negocios de arrastre.
Este nuevo episodio pone en evidencia la urgente necesidad de depurar y reformar las corporaciones policiales en Puebla, donde los actos de corrupción continúan afectando a la ciudadanía y debilitando la confianza en las instituciones encargadas de la seguridad pública.
Aunque el Gobierno del Estado ha anunciado la creación de corralones oficiales para combatir estas prácticas, la corrupción persiste dentro de cuerpos municipales y estatales, donde el problema se describe como un “cáncer” que asfixia a los ciudadanos.






