A falta de 5 juegos por disputarse, el Puebla solo tiene 4 porque adelantó 1. No creo que alguno del 11 para abajo logre meterse a la Play-in y menos a la liguilla. En un torneo donde, por constancia en su juego, el Cruz Azul va primero y nadie le quitará ese lugar, ya que ninguno tiene la misma constancia que el líder.
Quizá el América, con esa pasión ya muy arraigada en la institución, que ha enfrentado problemas tanto dentro como fuera de la cancha, y con un plantel cuyos integrantes han sufrido diversas lesiones, situación que les ha impedido mantener la constancia del líder, pueda colarse entre el 6 o 7. Si lo logran, para los equipos de arriba será el enemigo que nadie querrá enfrentar.
Son 15 puntos y entre el 10 y el 11 hay 4 puntos de diferencia, lo cual es poco si en el torneo prevaleciera la competencia en cada juego, situación que no es así. Quitando al mencionado Cruz Azul, todos los demás han tenido alguna actuación buena, pero después de eso, han vuelto a caer en la inconsistencia. El ejemplo más claro es el Monterrey, que hizo un gran juego contra Tigres, pero no ha logrado recordar otra actuación semejante a lo largo del torneo.
En la tabla se refleja claramente que la Liga MX está en picada, pues al no haber descenso, 8 equipos solo están por estar. Sus planteles y su juego no dan para ser competidores al no haber un castigo, y entonces, al tener la permanencia asegurada, los resultados saltan a la vista, porque sus posibilidades de clasificar son mínimas a falta de 5 juegos.
Se preguntan por qué la gente ya no acude a los estadios, y la respuesta es que la liga ha dejado de ser atractiva para el aficionado. La falta de descenso, muchos extranjeros sin calidad, pocos partidos en televisión abierta y propietarios que no saben dar respuestas deportivas y solo esperan utilidades, afectan la diversión de 70 millones de seguidores.
No veo el día en que se den cuenta de que su producto está dejando de consumirse dentro del país. Solo les quedará el mercado de EE. UU., y este, tarde o temprano, cuando dejen de sentir el fenómeno de la nostalgia, empezará a desaparecer. Los compradores de derechos de televisión de ese país disminuirán sus pagos por dejar de ser rentables.
Esto ya está pasando con la liga de expansión, donde los estadios no tienen más de 3 o 4 mil aficionados. Esto en la Liga MX ya se observa en muchos equipos, con la diferencia de que esta liga aún se vende en EE. UU. y los dueños se aferran a eso. No entiendo la necesidad de no hacer o decidir de una forma más deportiva, que sería más atractiva para el consumidor, lo que podría llevar a no perder el mercado nacional y, por lo tanto, hacer más fuerte el mercado de la nostalgia en EE. UU.
Los jugadores y técnicos van y vienen; si cambian, no pasa nada. Pero los dueños son los mismos, nadie se integra ni presenta propuestas para el cambio. Solo piensan y actúan en función de sus objetivos personales, y nadie sabe o quiere pensar en el beneficio grupal.
Observen la tabla de posiciones y encontrarán la respuesta.