Puebla, Pue., 20 de marzo de 2025. Investigadores de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la BUAP siguen marcando pauta en el campo de la Física de Partículas con su destacada participación en el experimento ALICE (A Large Ion Collider Experiment), uno de los proyectos más relevantes en el estudio de las interacciones nucleón-nucleón a energías extremadamente altas, que se lleva a cabo en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear).
Colaboración BUAP en ALICE: Un camino de 20 años
La colaboración de la BUAP con el experimento ALICE comenzó en 2002, con la propuesta de un detector de rayos cósmicos, contribuyendo significativamente a la investigación sobre el plasma de quarks y gluones. Este estado de la materia, que existió microsegundos después del Big Bang, es crucial para comprender la formación de protones y neutrones, los componentes fundamentales de la materia que conocemos.
A lo largo de estos años, la BUAP ha liderado la delegación mexicana en ALICE, con investigaciones que exploran las condiciones extremas del universo temprano. En esta nueva fase, denominada ALICE III, los investigadores de la BUAP trabajan en el desarrollo de una tecnología que potenciará las capacidades del experimento para detectar partículas subatómicas, en particular los muones.
Propuesta de dispositivo de estado sólido de silicio
El doctor Mario Rodríguez Cahuantzi, experto de la FCFM y miembro del grupo ALICE-BUAP, explicó que el equipo propone un dispositivo basado en estado sólido de silicio para mejorar la recolección de datos del detector de partículas. Este dispositivo será parte de un sistema electrónico avanzado capaz de procesar información a una velocidad extremadamente alta: pico segundos (10^-12 segundos), lo que permitirá una identificación más precisa y rápida de las partículas involucradas en las interacciones nucleares.
“Este sistema de actualización se implementará en los próximos siete u ocho años y se mantendrá operativo hasta el año 2043, cuando se evaluarán nuevamente los resultados para posibles modificaciones futuras”, comentó Rodríguez Cahuantzi. Este avance se basará en la experiencia previa con el detector ACORDE, que también fue desarrollado por el equipo de la BUAP para estudiar rayos cósmicos.
Impacto en la formación académica y científica
El proyecto ALICE III no solo representa un avance en el ámbito de la física experimental, sino que también ha sido una plataforma crucial para la formación de jóvenes científicos. A través de esta colaboración, más de 30 estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado han tenido la oportunidad de trabajar en investigaciones de vanguardia, con varios egresados que ahora se desempeñan en instituciones prestigiosas como la Universidad de Princeton y empresas de alta tecnología en Finlandia.
Rodríguez Cahuantzi destacó que la FCFM de la BUAP, que fue la segunda facultad de ciencias en ser fundada en el país, ha alcanzado un nivel de madurez académica que la coloca a la par de otras instituciones de renombre internacional, consolidándose como un actor clave en la física de partículas.
Un futuro brillante para la Física de Partículas en la BUAP
Con este tipo de proyectos, la BUAP sigue reafirmando su posición como líder en el ámbito científico internacional. La participación activa en experimentos como ALICE y los desarrollos tecnológicos que se están llevando a cabo en la universidad, no solo contribuyen a la comprensión de los fenómenos fundamentales del universo, sino que también colocan a la BUAP en el centro de la innovación científica global.
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