Adrián Salazar
De acuerdo con el Índice de “Competitividad Estatal 2023”, estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Puebla es uno de los estados en los que la población enfrenta graves dificultades para acceder al servicio de salud.
Pese a que se trata de un tema que ha cobrado relevancia, principalmente tras los desastrosos resultados del gobierno mexicano en manos de Morena durante la pandemia de Covid-19, el acceso a la salud continúa siendo un problema al que día a día se enfrentan millones de mexicanos.
De acuerdo con dicho análisis, uno de los indicadores más reveladores es el de acceso a instituciones de salud, en el que apenas el 23 por ciento de personas ocupadas tiene posibilidades de acudir a atenderse en algún tipo de institución médica; el porcentaje de personal médico de enfermería es de apenas el 2.3 por ciento, situación que se agrava respecto al personal médico con especialidad y camas de hospital, donde el porcentaje alcanzado es apenas de 0.6 y 0.5 por ciento, respectivamente. ¡Olvidémonos de curarnos en Puebla!
Ítem más. Del Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022, realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), destaca que entre 2018 y 2020, a nivel nacional casi se duplicó el número de personas que no tienen acceso a los servicios de salud, es decir, de 20.1 millones de personas sin acceso a servicios de salud, la cifra se elevó a 35.7 millones de mexicanos, sin embargo, el presidente de México se justifica en un error de medición.
Sin duda alguna, esto es parte de los resultados de la fallida política en materia de salud del gobierno morenista. Nos prometieron un servicio de salud como el de Dinamarca, para ello, en 2020 se eliminó el Seguro Popular y en su lugar se instauró “bendito” Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), pero en este año fue extinguido para ser reemplazado por el nuevo IMSS-Bienestar. El estudio indica que el 39% de los mexicanos enfrenta carencias en materia de salud.
De acuerdo con el propio Coneval, uno de los programas prioritarios con mayor cobertura en 2021 fue “Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral”, y uno de los que tuvo mayor presupuesto ejercido en 2021, entonces la pregunta obligada es ¿en dónde o en qué se aplicó el recurso? Porque hemos visto que no fue en mejorar el servicio, basta ver los casos de los elevadores a los que no se les ha brindado mantenimiento y sus consecuencias.
Como nota, en letras pequeñas, dicho informe señala que “los programas prioritarios han tenido cambios en ladefinición de las poblaciones a las que desean atender y los apoyos que se entregan. De 2018 a 2019 se observa un tránsito hacia las transferencias monetarias como principal modalidad de apoyo y la gradual/subsecuente actualización de los montos entre 2019 y 2020”. ¡Pero vaya novedad, priorizar el dinero a los programas de transferencia monetaria! Quizá por eso el programa de becas “Benito Juárez” es también uno de los prioritarios del gobierno de López Obrador.
Es decir, en materia de salud, el actual gobierno federal se ha encargado de desmantelar la poca infraestructura que había, impidiendo que cada vez más, millones de mexicanos puedan curarse. Del total de la población mexicana el 24% sigue sin tener consultas médicas y medicamentos gratuitos del sector público, lo que ha traído como consecuencia que los costos para acceder a este servicio en el sector privado se disparen al doble de su precio habitual dentro del mercado.
Mientras tanto, quienes sufren las consecuencias en carne propia de este mal gobierno, son los millones de pobres. Para muestra un botón. En la Mixteca Baja de Puebla, en municipios como Acatlán de Osorio, Guadalupe Santa Ana, San Jerónimo Xayacatlán, se han registrado casos de dengue y, quienes asisten al Hospital de Acatlán, regresan como llegaron, pues no hay médicos ni medicamento para que puedan atenderlos, incluso, en la Jurisdicción Sanitaria, donde las personas han solicitado jornadas de fumigación para evitar que haya más contagios y se continúe propagando dicha enfermedad, la respuesta en negativa, pues argumentan que no cuentan con lo necesario.
Es decir, el sistema de salud de Morena no es capaz, ni siquiera, de implementar jornadas de fumigación contra el dengue, actividad que, anteriormente, se realizaba con periodicidad, principalmente en la temporada de lluvias. Hoy ni eso hay, síntoma del enfermo sistema de salud de Morena.