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Oaxaca, Oax.- El gobierno de México ofreció disculpas públicas al defensor de derechos humanos y educativos ayuujk (mixe), Damián Gallardo Martínez, y reconoció que fue violentado y torturado por el régimen del expriista, Enrique Peña Nieto, cuando se oponía a la reforma educativa.
Este 18 de mayo de 2023 se cumplen 10 años de la detención arbitraria de Gallardo Martínez, quien afirma que también violentaron los derechos humanos de su comunidad, Santa María Tlahuitoltepec.
Mis derechos humanos atravesaron a todos, y estas violaciones fueron cometidas por el Estado mexicano, y también al ser criminalizado, fue criminalizada toda una comunidad.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, Alejandro Encinas, se disculpó por los actos de tortura física y psicológica, así como de criminalización que vivió el profesor mixe durante su detención, traslado y los cinco años de reclusión en el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, acusado de delincuencia organizada y secuestro de personas menores de edad.
Damián fue criminalizado: Encinas
“Damián fue criminalizado, exhibido sin respetar su presunción de inocencia y las autoridades magisteriales no le garantizaron su derecho a una defensa adecuada”, aseguró Encinas.
Reconoció la red de apoyo y consejería de Consorcio Oaxaca, quienes acompañaron al defensor, a su compañera y a su menor hija durante su etapa de reclusión, pero también de su liberación en busca de la construcción de un proceso de reparación integral y cumplimiento.
Además dijo que también se está haciendo un proceso de construcción de acciones públicas que permitan garantizar el respeto a las personas defensoras para que puedan seguir haciendo con seguridad su trabajo en la defensa de los derechos humanos, tierra y territorio.
Encinas reconoció la presencia del Alto Comisionado de la ONU y también dijo que se comprobó en todo momento que Gallardo fue violentado, criminalizado y torturado mediante las recomendaciones de la Comisión Nacional de los derechos Humanos, de la opinión de grupo de trabajo sobre las Naciones Unidas y el Dictamen de Comité de Tortura de los DH.
Disculpa pública, fruto de nuestras luchas, desvelos y alegrías
Su camisa blanca tejida con figuras de magueyes y montañas que caracteriza a su comunidad ayuujk acompañó en esta ocasión a Damián Gallardo como un acto de respeto al usarse en fiestas y ceremonias de Tlahuitoltepec, su lugar de origen.
“Esta disculpa publica es un fruto de nuestras luchas, de desvelos, de alegrías tras 5 años de existencia”, expresó Gallardo.
Durante su discurso dijo que aceptaba esta disculpa pública, porque en cierta medida mitiga el daño moral ocasionado a su persona al inculparlo de un delito que no cometió.
“Mientras no se castigue a los responsables de este montaje, y a los perpetradores de tortura en mi contra y de otros compañeros, entonces será una simulación lo de hoy. Acepto las disculpas públicas porque se resarce en cierto grado la esperanza de que es posible para que otras compañeras y compañeros en las mismas circunstancias que las mías, puedas acceder a que sus nombres sean dignificados en un sociedad que consumió mentiras y basura”.
El defensor aprovechó también para enviar disculpas a su familia, a sus padres, a su esposa por sus tropiezos, por los desvelos que ha ocasionado ser preso político.
Luz de esperanza
En entrevista, Yésica Sanchez, directora de Consorcio Oaxaca, colectivo que acompañó a Damián Gallardo y su familia tras su detención, privación de libertad y liberación, expresó que este acto es una luz de esperanza, pero que la batalla no ha terminado.
Dijo que no cambia nada, pero al menos se reconoce que Damián fue torturado y criminalizado.
“Fueron 5 años de mal comer, mal dormir, de criminalización, dejar a una hija de 9 años y encontrarla ya toda una adolescente. Cinco años después, nos dice que es un acto de mucha valentía y coraje, y que finalmente el estado mexicano reconoce que fue detenido de manera ilegal y se comprobó que no tuvo participación en ningún delito”.
Yésica recalcó que esta disculpa a Gallardo es un pequeño avance, pero que todavía hay una deuda grande en Oaxaca, “una deuda que hace falta justicia y castigo para quienes le hicieron esta tortura al defensor”.