El pueblo huitzilteco está contento. Realizó, una vez más, con mucho éxito, su tradicional feria anual en honor a la virgen de la Asunción. Durante siete días (del 09 al 15 de agosto) más de 40 mil personas pudieron disfrutar de la cultura y tradición de un pueblo que es ejemplo de lucha, tenacidad y progreso.
La mayoría de esas personas que visitaron Huitzilan, no imaginan lo que ha sacrificado este pueblo en su lucha por mantenerse organizado y trabajando de forma colectiva para beneficio de sus familias, de sus hijos y sus nietos. Les ha costado lágrimas, sudor y sangre.
Huitzilan de Serdán no siempre fue el majestuoso y colorido municipio que hoy conocemos, y el cual podemos recorrer tranquilamente a través de sus calles pavimentadas, donde hay escuelas para que los niños puedan educarse desde el preescolar hasta el nivel superior; donde cualquiera que lo desee, puede practicar el deporte de su elección porque cuenta con instalaciones idóneas para ello; donde se fomenta el arte y la cultura desde pequeños; donde la gente puede vivir dignamente teniendo agua potable, drenaje sanitario, energía eléctrica en sus hogares; donde la gente puede curarse porque tiene una importante clínica y personal médico para ello.
Antes, nada de esto existía. Era imposible imaginar tener un festejo como lo es actualmente su tradicional feria, la cual, no sólo disfrutan, sino que el mismo pueblo huitzilteco se vuelve actor protagónico de ella, y de la que pueden dar fe y testimonio las de decenas de miles de visitantes que año con año llegan a ella.
¿Cuál es el secreto del pueblo huitzilteco? ¿Por qué, un municipio enclavado en la Sierra Nororiental del estado de Puebla, es capaz de tanta grandeza y belleza? Por su decisión a organizarse, por su decisión de luchar por una vida mejor, por su decisión a romper el yugo que la tenía sometidos, pero, sobre todo, por su decisión a continuar defendiendo lo que han logrado, porque, a pesar de los años, el cacicazgo que fue desplazado, aún merodea en sus alrededores, buscando la oportunidad de atacar de pueblo para “recuperar” lo que ellos consideran de su propiedad y seguir explotando a los campesinos para enriquecerse a costa suya.
Antes de que Huitzilan de Serdán se organizara en las filas del Movimiento Antorchista, la única justicia y voluntad que conocían los campesinos, era la que imponían por la fuerza los caciques y sus matones a sueldo, que, sin ningún remordimiento, le arrebataron la vida, despojaron de su casa o propiedades a quien ellos quisieran y cuando quisieran. Fueron años de terror, de oscurantismo brutal, bajo la complicidad de las autoridades gubernamentales. Ante su indefensión, a los campesinos no les quedó otra opción que huir de sus hogares y se produjo un peligroso desplazamiento forzado, como consecuencia de la brutal violencia que se vivía en Huitzilan todos los días.
Fue hasta que un grupo de campesinos buscó la orientación y el apoyo del Movimiento Antorchista, en 1984, que, bajo la dirección del Ing. Aquiles Córdova Morán, el pueblo huitzilteco se organizó y dio la lucha para recuperar su tranquilidad y se lanzaron a pelearle el poder político a los caciques, surgiendo de ahí, el primer presidente municipal antorchista.
Pero la lucha no fue fácil. Los enemigos del progreso y la paz social no permitirían que el pueblo humilde y trabajador los gobernara, y trataron por todos los medios posibles, recuperar el control del gobierno municipal, pero se toparon con un pueblo unido, organizado, al que, a pesar de lo duro de la tormenta, ha venido soportando todos los embates hasta el día de hoy.
A partir de entonces Huitzilan de Serdán comenzó a transformarse radicalmente, el gobierno antorchista y el pueblo comenzaron a trabajar de la mano para mejorar sus condiciones materiales de vida, eso les ha permitido vivir dignamente, y no sólo eso, también elevarse espiritualmente a través de la práctica de las artes y la cultura, como la danza, la poesía, a oratoria, el teatro, además de recuperar su identidad cultural.
Esto demuestra que el poder político no es más que una herramienta que, cuando se utiliza correctamente, y cuando el pueblo se organiza, se puede salir del atraso en el que se encuentra, por muy cruento que sea. Por eso, esta feria no es sólo una festividad más, es un símbolo de su tesón, de su arrojo, de su organización y ganas de construir una sociedad más justa.
En esta feria pudimos disfrutar de la grandeza de la feria patronal de Huitzilan con actividades como el concurso de la canción de la música mexicana, de poesía, programas culturales, además del jaripeo con ganaderías de renombre, eventos artísticos y torneos de futbol, basquetbol, trail running y ciclismo.
También se dio continuidad a importantes actividades como la cuarta edición del Expo Café, donde hubo ponencias, talleres de barismo y tostado, concursos al mejor café de olla y a la calidad en taza, y la tercera Carrera del Quintal, sin dejar de mencionar el XVII Encuentro de Bordados y Demostración Gastronómica, el VI Concurso de Xochisones, así como el XXV Encuentro de Tríos Huastecos, sones tradicionales y danzas de la región, que este año también cumple 25 años de realización y concentra a más de 70 grupos de danzantes.
Enhorabuena al pueblo organizado de Huitzilan de Serdán. Su tradicional feria en honor a la Virgen de la Asunción, no sólo es una fiesta patronal, es muestra de lo que se puede lograr cuando un pueblo se decide a organizarse y luchar por transformar sus condiciones materiales para una vida más digna. Sin duda, una lección que el pueblo mexicano debe aprender para que, entre todos, construyamos una patria más justa para todos.
Discussion about this post